miércoles, 8 de enero de 2014

Inmigración - Un concepto con muchos matices

Uno de los temas que tuvimos que debatir en clase fue el tema de la inmigración. Desde que conocemos el término de la globalización, la inmigración ha estado muy presente, y debido a los tiempos de crisis que estamos sufriendo, más aun. Son muchas las personas que viven fuera de sus países de origen debido a su situación laboral o simplemente personal. Según la situación laboral, la gente suele tener una serie de prejuicios que pueden ser del todo erróneos, al igual que muchos pueden llevarnos al lugar correcto. Hace ya 6 años cuando mi padre me dio la noticia de que nos teníamos que mudar a Suiza por cambio de su trabajo. Personalmente, fue una situación complicada de llevar al principio porque esta ciudad hace que te cueste mucho cambiar tu rutina y tus relaciones con tus amigos por como se vive. Pero poco a poco te vas dando cuenta de que es una de las mejores cosas que puedes vivir. Pero a donde voy con todo esto, pues, quiero hacer mención a esos trabajadores que son inmigrantes a otros países debido a que ya tienen un contrato prefijado con la empresa en cuestión. Y aquí, está la gran cuestión que muchos ciudadanos españoles no entienden. En los últimos tiempos, España ha recibido miles de inmigrantes provenientes de África, de los cuales la mayoría vienen sin trabajo. Vienen hacia aquí en busca de eso mismo, trabajo, y ahí comienza el conflicto. La cruda realidad es que hay muchos inmigrantes que no gozan de un trabajo digno ni aquí ni en su país y optan por robar para poder comer y sobrevivir. Esto, obviamente, no tiene defensa alguna ya que nuestro país está sufriendo la oleada de inmigrantes, y no hay trabajo ni para los ciudadanos españoles ni para los extranjeros. Pero también encontramos inmigrantes, los cuales tienen un trabajo más o menos digno y que contribuyen correctamente al bienestar social. Mi opinión es que no se puede ejecutar siempre el mismo baremo de castigo puesto que hay algunos que lo hacen con buena intención y otros que solo buscan robar y delinquir. Estos que delinquen y no contribuyen a la sociedad, son aquellos que deberían ser deportados a sus países, mientras que aquellos que trabajen dignamente o intenten conseguirlos sean dotados de una oportunidad. Pero muchos diréis: "¿si no hay trabajo para nosotros, como lo va a haber para ellos?" Pues tiene una simple respuesta, existen trabajos que nadie quiere hacer porque un trabajador con una carrera universitaria nunca querrá trabajar de albañil o de agricultor, o simplemente porque existe gente que rechaza este tipo de trabajos por su dureza. Ahí pienso que entra en juego el papel de los inmigrantes para que tengan una oportunidad de ganarse la vida justamente.
Para acabar, me gustaría comentar lo que está sucediendo con los jóvenes cualificados que están teniendo que inmigrar a países extranjeros con el movimiento conocido como la "Fuga de Cerebros". Espero y deseo que con la salida de la crisis, los jóvenes españoles no tengamos que abandonar nuestro país para tener que buscar un trabajo adecuado para nuestra preparación.

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